Análisis del
PARTO VERTICAL
Fundamentos y Metodología
Fernando B. Aranovich
Parto en Cuclillas
Análisis del Parto Vertical
ANTECEDENTES
HIPÓTESIS
METODOLOGÍA
TECNOLOGÍA APROPIADA DE BAJO COSTO
BIBLIOGRAFÍA
El parto en el siglo XXI
En 1953 James Watson y Francis Crick revelaron la estructura del ADN, la molécula que contiene la información del código genético. Este artículo, de una sola página, revolucionó las ciencias biológicas y transformó la realidad. Veinte años después, Herb Boyer y Stanley Cohen inventaron la técnica que permitió manipular la molécula de ADN. Así se inició la ingeniería genética. Ante el panorama que se vislumbra uno duda entre alegrarse u horrorizarse.
Se creará la vida en el laboratorio, in Vitro. Nos dicen que debemos regular las investigaciones biogenéticas. Pero la historia que comenzó la ovejita Dolly ya ha quedado muy atrás. Los investigadores están viendo ya, cincuenta años para adelante, listos para clonar seres humanos. La pregunta que se impone y cuya respuesta no conocemos es: ¿se acerca el fin de la obstetricia? ¿El futuro del género humano prescindirá de parteras, médicos, hospitales, enfermeras, para estar en manos de biólogos? Ellos proseguirán sus investigaciones aunque les cortemos los brazos y piernas y vendemos sus ojos.
Resulta tentador saber que con la clonación se llevará a cero la mortalidad materna, si es que las madres existan. Se habla de implantar una memoria completa a los enfermos dañados por el Alzheimer.
El frágil gigante Stephen Hawking, apenas ojo, cerebro y mano, brega porque el progreso genético se aboque puntualmente a descifrar y anular el percutor de la agresión humana. Nosotros creemos que este percutor se dispara en el primer minuto de vida. Si no se repara la “angustia primaria del nacimiento”, las consecuencias son devastadoras para el psiquismo del recién nacido, que recibe estímulos para los cuales no está preparado y además desconoce la transitoriedad de los mismos.
Debemos tratar mientras llega la clonación, que nuestras generaciones reciban un trato cordial, afectuoso, respetuoso, que genere el prototipo de todas las formas de amor: el vínculo madre-hijo.
La felicidad, según Erich Fromm consiste en disfrutar la naturaleza y el trabajo fecundo. Esta síntesis se nos ofrece a los Obstetras. Nuestro oficio nos permite asistir al más evolucionado hecho de la Biología: el nacimiento de un ser humano, desde ese atalaya privilegiado, la Sala de Partos.
Hace unos trescientos años la medicina occidental comenzó la atención médica del parto y sus complicaciones para tratar de reducir las consecuencias de la leyes darwinianas de la selección natural. Los progresos - con la contribución de otras ciencias - han sido notables y se exponen en textos, revistas científicas y congresos.
Pese a ello están poco difundidos, y menos aplicados, los trabajos e investigaciones que se ocupan de los aspectos emocionales del parto y que inciden sobre el niño, la madre, la familia y el propio equipo de salud que asiste.
La experiencia vivida en la sala de partos nos llevó a cuestionar la posición supina, que altera la forma natural de parir.
Es la principal causa de la angustia que padecen todos los participantes, es iatrogénica ( ¡“Primum Non Nocere”!) y responsable en gran medida de las intervenciones por “falta de progresión” y “sufrimiento fetal”.
En 1989 una publicación de Marshall Klaus y John Kennel: “Paradigma Perinatal: ¿Ha llegado el momento de cambiarlo?” abrió un nuevo y excitante panorama.
Las Obstétricas - imprescindibles colaboradoras -Trabajadoras Sociales, Psicólogas y Neonatólogos, han sabido comprender este mensaje.
Se debe reconocer también que la mayor dificultad para concretar las ventajas de la posición natural se encuentra entre... ¡los colegas!. Y sucede en todo el mundo.
Parece que la Medicina se niega a abandonar el poder que logró ejercer sobre las embarazadas en los últimos tres siglos y ante las alternativas que se le ofrece una de las estrategias del poder es simular indiferencia.
El interés por el parto vertical en cuclillas es consecuencia de la minuciosa búsqueda de una solución alternativa, práctica y universal a la posición supina que ha demostrado ser por varios motivos, inconveniente, iatrogénica, e inhumana.
Este trabajo abreva en los aportes, publicaciones e investigaciones, entre otros de K. Lorenz y V. Dröeschler (Etología) M. Klaus y J. Kennel (Relación madre – hijo) M. Odent, M. Pacionik, R. Caldeyro Barcia, H. Sabatino, L. Papagno.
Un especial reconocimiento merecen quienes iniciaron, en Argentina la reacción hacia la verticalización del parto. E. Rosenvaser y T. Perussi injustamente olvidados.
Otros aportes no menos interesantes se citan en la Bibliografía.
Ventajas del Parto Vertical en el embarazo
de bajo riesgo. Tecnología
ANÁLISIS DEL PARTO VERTICAL EN EL
EMBARAZO DE BAJO RIESGO
Un nuevo paradigma
El presente documento forma parte de la búsqueda de un nuevo paradigma perinatal también llamado “Parto Alternativo”, “Parto Humanizado” o “Parto sin Violencia”. Es el resultado de la experiencia viva en la Sala de Partos relatada por quienes asisten al acto más maravilloso y evolucionado de la naturaleza: el nacimiento del ser humano, respetando los derechos personalísimos de la mujer: autonomía y privacidad.
“La omnipotencia del género humano le ha hecho olvidar que es parte integrante del mundo animal, con leyes claras y precisas, y en su intento por controlar la naturaleza, se está alejando de ella”.
Luis Papagno
En el afán de ayudar cometemos errores al transgredir sin justa causa las leyes de la naturaleza que ha programado el parto en los mamíferos desde hace millones de años. La posición supina para el parto, en que se coloca la mujer es una decisión terapéutica que se toma por tradición secular y no está avalada por evidencia científica alguna.
Los pasos que se han dado para cambiar arraigadas prácticas obstétricas están expuestas en diversas recomendaciones de OMS/OPS y publicadas por el Ministerio de Salud Pública de la República Argentina que se transcriben en el anexo.
En este documento se han asociado la experiencia clínica de médicos obstetras, la reflexión de antropólogos y sanitaristas que ven en el “Parto Vertical” una práctica saludable y de sensata aplicación, beneficiosa para la Salud Pública.
Esta inquietud por la humanización del parto ha resurgido en este siglo en consonancia con los avances del Psicoanálisis, la Neurología y la Etología que pusieron de manifiesto la importancia del “modo de nacer” en el desarrollo del vínculo “madre-hijo” de tanta trascendencia en la construcción de la resiliencia de cada ser humano.
Armar una revolución contra el pensamiento arraigado requiere nada menos que construir un paradigma alternativo que explique mejor el mundo. La ciencia normal, la actividad en la cual la mayoría de los científicos pasan casi todo su tiempo, se basa en la suposición que la comunidad científica conoce como es el mundo. La “ciencia normal” muchas veces suprime modalidades fundamentales porque subvierten sus conceptos básicos y aunque tales ideas arraigadas contienen un elemento de arbitrariedad en la investigación científica la novedad no debe suprimirse durante mucho tiempo. John KENNEL y Marshall KLAUS señalaron en 1988 que en “perinatología, más que en cualquier otro aspecto de la medicina existen diferentes puntos de vista acerca de la práctica, apoyados firmemente por gran cantidad de individuos educados y cuidadosos. Estos conceptos deben ser tenidos en cuenta para formar opinión en las controversias acerca del tratamiento de los pacientes”.
El concepto y paradigma del parto ha sufrido constantes variaciones a través de los tiempos y aún prevalecen distintos conceptos según el ambiente cultural. Puede ser considerado un “acto médico”, un acontecimiento normal e importante de la vida familiar, un proceso natural, o un logro intensamente personal para la mujer. Depende, además, de los logros alcanzados por la investigación biomédica de las realidades sociales y políticas y del sistema de creencias ideológicas en tiempo y lugar determinados.
¿Por qué no cambiamos?
Stuart SUTHERLAND señala en “Irracionalidad, el enemigo interior” en 1997, que para disminuir la necesidad de reflexión larga y profunda hemos desarrollado una serie de trucos para decidir rápidamente frente a nuestra incapacidad de reconocer nuestros propios errores, ni siquiera ante nosotros mismos. La gente tiende a confirmar la teoría que sostiene en lugar de buscar pruebas para refutarla.
El nuevo Paradigma
Debe incluir los estudios prenatales básicos que detecten patología. La privacidad constituye una necesidad básica. El neo-cortex no logra ponerse en reposo si la mujer se siente observada, vigilada. A su vez, la presencia de un asistente provoca un círculo vicioso: interfiere en la privacidad, lo cual dificulta el mecanismo fisiológico y entonces la mujer requiere más ayuda.
Se debe permitir que la mujer encuentre las posiciones antálgicas, con libertad absoluta de movimiento. El ideal es que elija una compañía (otra mujer doula-partera) porque el dolor se transforma en sufrimiento cuando transcurre en soledad.
El ambiente hospitalario asusta por su mobiliario, equipamiento, movimiento de personal, camillas incómodas, etc. El mayor tiempo posible lo debe pasar en su casa, o en una habitación “hogareña” del hospital. La plegaria debe ser estimulada como una forma eficaz de poner en reposo al cerebro y llevarlo a un plano místico.
Las contradicciones de la obstetricia en el siglo XXI
Tratamos de fomentar un nuevo paradigma, en el parto de bajo riesgo, tratando de no violar las leyes de la naturaleza que han reglado el nacimiento de los mamíferos durante millones de años. Las dificultades para el parto “natural” en la mujer se deben a las peculiares condiciones que derivan del excesivo desarrollo del neo-cortex con respecto a los demás mamíferos.
El “saber” tiene su Némesis y el mito bíblico de la expulsión del paraíso es una síntesis perfecta del costo que debimos pagar. Se calcula que el Homo Sapiens- Sapiens tal como somos hoy tiene unos 40.000 años de antigüedad. El gran desarrollo del cerebro (la sabiduría, representada por la manzana) provoca la ira de Dios y la expulsión del paraíso de Adán y Eva. Con otro agregado ominoso: “parirás tus hijos con dolor”.
Una exitosa estrategia reproductiva pulida a través de los años hizo realidad otro mandato divino: “creced y multiplicaos”. El dolor en el parto tiene su razón de ser en que la actividad neo-cortical tiende a inhibir las estructuras sub-corticales más primitivas.
Desde tiempos remotos, diversos mitos y creencias fueron usados para interferir en la fisiología del parto y perturbar el primer contacto y el vínculo madre-hijo. Las culturas exitosas, que sobrevivieron a guerras, pestes y hambrunas poseen la estrategia básica de supervivencia: han potenciado la agresión para dominar la naturaleza y controlar o destruir a otros grupos humanos. Por ello estimularon el espíritu marcial y espartano en la educación del varón con inclinación a la violencia y al coraje fomentando la actitud pendenciera.
Recordemos que en la Inglaterra de la Revolución Industrial se separaba durante los primeros días a la madre de su hijo para evitar que ingiriera el calostro, llamado “leche de brujas”. Por esa misma época, los niños expósitos, abandonados en los asilos, huérfanos de cariño o de madres sustitutas, morían todos. Hasta bien avanzada la Edad Media los textos de medicina no hablaban de las enfermedades de la mujer. A ellas se referían los libros que trataban los animales salvajes.
El acto de nacer y de parir ha estado en continuo movimiento influido por las diversas realidades sociales y culturales sin que por ello cambie, en esencia, su naturaleza.
Palacio de Knosos – Creta – Siglo XX a.C.
Mujer pariendo en cuclillas
Estatuila
PARTO VERTICAL - PARTO EN CUCLILLAS
Ventajas
Aprovecha la fuerza de la gravedad (Newton-1687), aproximadamente 4 kg. El esfuerzo del pujo disminuye un 30% y la presión intrauterina gana entre 30 y 40 mmHg (Méndez Bauer, 1976)
Evita la compresión aorto-cava (efecto Poseiro) que produce alteración de la circulación pelviana, sufrimiento fetal con acidosis. Solo un 25% de la circulación obstruida se canaliza por los vasos utero-ováricos.
Las contracciones, si la mujer está caminando o en posición vertical son más efectivas (reflejo de Ferguson, 1941).
Permite la nutación del sacro (Russell) ampliando los diámetros pelvianos hasta un 28% Y que el fémur flexionado ejerza una función de palanca favorecida por la relajación ligamentaria producida por las hormonas del embarazo. Mejora el ángulo de encaje (Drive Agle)
Permite una mejor ventilación pulmonar.
La mujer puja con toda su musculatura. 35% más de eficacia, según Howart.
Protección del cerebro fetal. El polo cefálico se dirige hacia la pelvis y no impacta contra el pubis y la uretra,
No se contamina el campo con heces.
Disminuye el gasto cardíaco.
Permite una apertura completa del periné.
El alumbramiento se produce naturalmente, sin maniobras, por gravedad.
Menor dolor por disminución de la compresión del plexo sacro.
Permite el vínculo precoz madre-hijo y lo fortalece. La madre siente y ve nacer al hijo.
Aspectos emocionales
Permite a la mujer elegir la posición para el parto (autonomía, derechos personalísimos).
Los beneficios psicoafectivos se traducen en mayor satisfacción y una sensación placentera de logro personal.
Topológicamente la mujer se encuentra en un plano superior (“por encima”) de quienes la asisten y con mayor libertad de movimientos.
Las mujeres, si no se las condiciona con enseñanzas artificiales, adoptan espontáneamente la posición de cuclillas.
Fortalece el vínculo afectivo “madre-hijo” contribuyendo a desarrollar la resiliencia del niño.
El parto en cuclillas está avalado desde 1987 por recomendaciones de la O.M.S. y el Congreso de Fortaleza (Brasil) por personalidades de todo el mundo, que lo recomiendan como el mejor método, por sobre el iatrogénico parto en decúbito dorsal, el parto sentado y semisentado.
El parto en cuclillas - parto vertical
En la actualidad para combatir el empirismo la medicina trata de basarse en la evidencia para aplicar métodos de diagnóstico y tratamiento. El conocimiento debe ser universal y no personal.
La posición supina o decúbito dorsal en que se coloca a la mujer para el parto y a menudo durante el trabajo de parto es una decisión terapéutica que se toma por tradición secular. En la extensa bibliografía consultada no hemos encontrado evidencia científica alguna que la avale.
La HIPOTESIS es que se pueden mejorar los resultados psicobiológicos para el binomio madre-hijo cambiando la modalidad y mentalidad de muchos años de conductas rutinarias que han demostrado provocar alteraciones y complicaciones evitables.
Proponemos el parto vertical (en cuclillas) como alternativa al método tradicional con participación activa de la madre y el fomento del contacto precoz.
Tecnología
Se han ideado diversos módulos o sillones para que la mujer pueda pujar en posición vertical.
a) Sillón desarrollado y creado por Moysés y Claudio PACIORNIK con respaldo reclinable y arco de apoyo. Permite colocar a la parturienta en posición de Trendelenburg, acostada, sentada, semisentada y en cuclillas. El arco de apoyo es removible y puede intercambiarse con pierneras y apoyapies. Sustituye con ventajas a todos los equipamientos hasta ahora conocidos.
Módulo de Parto Vertical
Moysés y Claudio Paciornik
1. Espejo móvil.
2. Colchón.
3. Apoya pies.
4. Asiento.
5. Respaldo.
Parto en cuclillas con sillón de Paciornik.
b) Módulo desarrollado por Hugo SABATINO (Universidad de Campinas-Brasil) adaptado con un barral para el pujo en cuclillas. Requiere un desnivel de 40 cm en el piso. En el inferior se ubica el médico para quedar a nivel del periné.
c) Sillón de T. PERUSSI conocido en nuestro medio desde hace 30 años. Un intento encomiable hacia la verticalización. Solo permite la posición semisentada.
d) Para bajar los costos y ser utilizado aprovechando las camas de partos existentes en la Argentina nosotros colocamos un barral (arco en U invertida) que se ubica en lugar de las pierneras. Se quita después del parto y alumbramiento para efectuar la revisión del periné. Es una tecnología apropiada y de bajo costo.
e) Se puede improvisar el arco en U invertida en aquellos casos que las modernas camillas de parto no lo permitan, colocando en el lugar de las pierneras , dos de los arcos que se utilizan como apoyo de la sabana con la que se cubre el tórax y la cabeza de la paciente. El brazo horizontal de estos arcos se une con cinta adhesiva al opuesto, logrando un punto de apoyo firme y eficaz para el pujo en cuclillas.
f) Cuando no se cuenta con los módulos descriptos y para evitar la iatrogenia que el decúbito dorsal puede provocar, la parturienta puede asirse de las pierneras tradicionales y/o apoyarse, en cuclillas, con la ayuda de dos integrantes del equipo de salud. El compañero también es útil y apropiado para este fin.
Parto en cuclillas
El médico asiste sentado en el taburete.
Permite la auscultación monitorizada de los latidos fetales.
Permite la protección de perine.
Se puede efectuar la episiotomía.
La mujer participa con toda su musculatura.
Permite la nutación del sacro.
Ausencia de compresión aorto-cava.
Mejora la ventilación pulmonar.
Parto en cuclillas con barral
Pujo en período expulsivo
Parto en cuclillas con barral
El médico asiste y acompaña
Tecnología apropiada
y de bajo costo.
El parto en cuclillas permite
el vínculo y apego precoz
QUE BUEN COMIENZO!!
No se interfiere en el vínculo inmediato. Como sucede en todos los mamíferos el contacto precoz eleva los niveles de prolactina y ocitocina. Las hormonas del amor materno. (M. Odent). La madre observa cuidadosamente al niño. Se observa que acaricia suavemente, con la yema de los dedos, como quien toma la consistencia de un budín. Este contacto emocional ilumina la escena; es un acto íntimo, por lo que el equipo de salud debe abstenerse de intervenir. Producido el reconocimiento, la madre levanta al niño y lo coloca sobre su pecho desnudo. El cordón no se secciona hasta que no deje de latir o hasta que se expulsa la placenta.
Alrededor de 40 minutos después del nacimiento el niño se duerme, ya establecido el vínculo. “El neonato sano debe permanecer con la madre cuando así lo permita el estado de ambos. Ningún procedimiento de observación del recién nacido sano justifica la separación de la madre”. Recomendación de la O.M.S.) Estas recomendaciones están poco difundidas y mucho menos respetadas, por lo que aconsejamos su conocimiento y estricto cumplimiento.
De este modo, se permite que la sangre del lecho placentario, pulmón intrauterino, se transfiera al pulmón torácico del niño, en expansión. La ligadura precoz – hoy felizmente cuestionada- produce anemia en el niño, privándolo de un 25 a 30% de masa sanguínea. Es de buena práctica secar suavemente al niño para evitar el enfriamiento. El calor de la piel materna- pecho y brazos- ha demostrado ser suficiente fuente de calor.
En el estado de “preocupación maternal primaria” madre e hijo establecen un patrón de interacciones sincronizadas. El contacto primario se establece en el “período sensible” desde el nacimiento hasta la primera hora. (Klaus – Kennel)
PARADIGMA EN 1967
PARTO EN DECÚBITO DORSAL CON PIERNERAS
La posición Habitual
Posición de decúbito dorsal
La posición de decúbito dorsal fue impuesta a fines del siglo XVII por François Mauriceau desde París (faro de la medicina occidental), y difundida desde aquella época en el mundo “civilizado” y sus colonias. Se mantiene por tradición secular, sin evidencia científica que la justifique. Es la más antifisiológica de las posiciones: mujer acostada, piernas colgadas y sujetas. Produce alteraciones de la fisiología a la madre y al feto que llevan a intervenciones: “sufrimiento fetal” “falta de progresión”. Debe considerarse la causa de latrogenia más grande de la medicina de todos los tiempos.
El operador está de pie
Compresión aorto-cava.
Impide la nutación del sacro.
No aprovecha la fuerza de gravedad.
Disminuye la ventilación pulmonar.
Aumenta el gasto cardíaco.
Del libro “Obstetricia Práctica”. 1967.
Prof. Francisco Uranga Imaz
PREVENCIÓN EN SALUD MENTAL
Rol del obstetra en el vínculo precoz madre - hijo
El parto en cuclillas
Como en cualquier mamífero la madre es quien repara la angustia para evitar que el niño perciba el mundo postnatal como agresivo y quede la impronta paranoide en su cerebro emocional.
La modalidad del parto en cuclillas permite el contacto precoz y la formación de un fuerte vínculo madre-hijo por la inmediata secreción de ocitocina y prolactina (“las hormonas del amor”) que produce la madre ante la visión y percepción del neonato lo que asegura al niño protección y cuidados en el futuro.
El parto en cuclillas genera otros beneficios desde el punto de vista obstétrico; aprovecha la fuerza de la gravedad, favorece la nutación del sacro, ampliando la pelvis en un 28% de promedio, impide la compresión aorto-cava (“efecto Poseiro”), favorece la presión hidráulica de la bolsa de aguas, mejora la oxigenación del bebé, provoca menor trauma cerebral (menores índices de epilepsia), permite la libertad de movimientos a la madre quien participa en el parto con toda su musculatura y finalmente facilita el alumbramiento que se produce por gravedad evitando maniobras contaminantes.
Cabe señalar al respecto que cada niño adquiere un temperamento por efecto de una doble presión: la pulsión genética lo empuja en un sentido, pero la respuesta del adulto significante -la madre, la familia- la que lo orienta y conduce su desarrollo. Estas respuestas e intercambios se dan desde la concepción, pero se imprimen en la memoria (“imprinting”) en un cierto orden y en determinados momentos. El nacimiento es uno de los momentos de mayor “grabación”, en el cerebro límbico, determinante de condiciones persistentes ulteriores.
Clasificación de conductas y recomendaciones de OMS/OPS.
Declaración de Fortaleza.
“¡El nacimiento no es una enfermedad!”
16 recomendaciones de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL de la SALUD
Estas 16 recomendaciones tienen por base el principio de que cada mujer tiene derecho fundamental a recibir atención prenatal apropiada; que la mujer tiene un papel central en todos los aspectos de esta atención, incluso participar en la planeación, realización y evaluación de la atención, y que los factores sociales, emocionales y psicológicos son decisivos en la comprensión e instrumentación de la atención prenatal apropiada.
• Toda la comunidad debe ser informada sobre los diversos procedimientos que constituyen la atención del parto, a fin de que cada mujer pueda elegir el tipo de atención que prefiera.
• Debe fomentarse la capacitación de obstétricas o matronas profesionales. Esta profesión deberá encargarse de la atención durante los embarazos y partos normales, así como el puerperio.
• Debe darse a conocer entre el público servido por los hospitales, la información sobre las prácticas de los mismos en materia de partos (porcentaje de cesáreas, etc).
• No existe justificación en ninguna región geográfica para que más de un 10 al 15% de los nacimientos sean por cesárea (el porcentaje actual en Estados Unidos se calcula en un 23%).
• No existen pruebas de que se requiera cesárea anterior transversal del segmento inferior. Por lo general, deben favorecerse los partos vaginales después de cesárea, donde quiera que se cuente con un servicio quirúrgico de urgencia.
• No existen pruebas de que la vigilancia electrónica del feto durante el trabajo de parto normal tenga efectos positivos en el resultado del parto.
• No está indicado el afeitado de la región púbica ni las enemas preparto.
• Las embarazadas no deben ser colocadas en posición de litotomía (acostada boca arriba) durante el trabajo de parto ni en el parto. Se les debe animar a caminar durante el trabajo de parto y cada mujer debe decidir libremente la posición que quiere asumir durante el parto.
• No se justifica el uso rutinario de la episiotomía.
• No deben inducirse (iniciarse por medios artificiales) los partos por conveniencia. La inducción del trabajo de parto debe limitarse a determinadas indicaciones médicas. Ninguna región geográfica debe tener un índice de trabajos de parto inducidos mayor que el 10%.
• Debe evitarse durante el trabajo de parto la administración por rutina de fármacos analgésicos o anestésicos, que no se requieran específicamente para corregir o evitar una complicación en el parto.
• No se justifica científicamente la ruptura temprana artificial de membranas, por rutina.
• El neonato sano debe permanecer con la madre cuando así lo permita el estado de ambos. Ningún procedimiento de observación del recién nacido sano justifica la separación de la madre.
• Debe fomentarse el inicio inmediato del amamantamiento, inclusive antes de que la madre salga de la sala de parto.
• Deben identificarse las unidades de atención obstétrica que no aceptan ciegamente toda tecnología y que respetan los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del nacimiento. Deben fomentarse las unidades de este tipo y los procedimientos que las han llevado a adoptar su actitud deben estudiarse, a fin de que sirvan de modelos para impulsar actitudes similares en otros centros e influir en las opiniones obstétricas en todo el país.
• Los gobiernos deben considerar la elaboración de normas que permitan el uso de nuevas tecnologías de parto sólo después de una evaluación adecuada.
Estas recomendaciones se tomaron de un informe sobre “Tecnologías Apropiadas de Parto” publicado por la Organización Mundial de la Salud en abril de 1983. Se distribuyen ejemplares del mismo a través de la Oficina Regional Europea de la OMS (Scherfigavej) Copenhagen, Dinamarca.
República Argentina, Ministerio de Salud y
Acción Social de la Nación.
Secretaría de Salud, Subsecretaría de Salud Comunitaria,
Dirección Nacional de Atención Médica, Dirección de Salud Materno Infantil.
Clasificación de conductas en el
nacimiento normal O.M.S. – O.P.S.
Categoría A:
Prácticas que son claramente útiles y que se deberían fomentar:
• No utilizar métodos invasivos ni métodos farmacológicos para aliviar el dolor durante el trabajo de parto y sí métodos como masajes y técnicas de relajamiento.
• Dar libertad en la selección de la posición y movimiento durante el trabajo de parto.
• No aconsejar la posición supina en el parto.
• Realizar precozmente contacto piel a piel, entre la madre y su hijo, dando apoyo a la iniciación de la alimentación a pecho dentro de una hora después del parto, conforme a las directivas de O.M.S. sobre alimentación a pecho.
Categoría B:
Conductas claramente perjudiciales o ineficaces que deberían ser eliminadas:
• Uso rutinario de enema.
• Uso rutinario de rasurado pubiano.
• Infusión endovenosa rutinaria en el trabajo de parto.
• Inserción profiláctica rutinaria de cánula endovenosa.
• Uso rutinario de posición supina durante el trabajo de parto.
• Administración de ocitócicos en cualquier momento antes del parto de tal modo que su efecto no pueda ser controlado.
• Uso rutinario de posición de litotomía con o sin estribos durante el parto.
• Continuo uso de pujos exigidos (maniobra de Valsalva) durante el período expulsivo.
• Masajes del perineo durante el parto.
Exploración manual del útero después del parto.
Categoría C:
Conductas sin evidencia suficiente para apoyar una recomendación y que deberían ser utilizadas con precaución hasta ser comprobadas por pesquisas adicionales:
• Uso rutinario de amniotomía precoz durante el inicio del trabajo de parto.
• Presión en el fondo del útero durante el parto.
• Maniobra relatada para proteger el periné y retención de la cabeza fetal en el momento del nacimiento.
• Clampeamiento precoz del cordón umbilical.
Categoría D:
Conductas frecuentemente utilizadas en forma inapropiada:
• Control del dolor por agentes sistémicos.
• Control del dolor por anestesia peridural.
• Utilización de máscaras y vestidos estériles durante la atención del parto.
• Restricción de comida y líquidos durante el trabajo de parto.
• Exámenes vaginales frecuentes y repetidos especialmente por más de un asistente.
• Aumento de ocitocina.
• Mover rutinariamente a la parturienta para un cuarto diferente para ser atendido el parto.
• Aconsejar a la mujer el pujo cuando la dilatación cervical está completa o casi completa, antes que la mujer sienta deseos de pujar.
• Parto operatorio.
• Exploración manual del útero después del parto.
• Uso rutinario de episiotomía.
DECLARACIÓN DE FORTALEZA
– O.M.S. – 1985
LANCET, 1985; 2; 436-437.
Tecnologías apropiadas para el parto
Algunas recomendaciones específicas
El recién nacido sano debe permanecer con su madre siempre que sea posible. La observación del recién nacido sano no justifica la separación de su madre.
No existe evidencia de que la monitorización fetal rutinaria tenga un efecto positivo sobre el resultado del embarazo.
No se recomienda colocar a la embarazada en posición dorsal de litotomía durante la dilatación y cada mujer debe decidir libremente qué posición adoptar durante el parto.
Debe fomentarse una atención obstétrica crítica con la atención tecnológica al parto y respetuosa con los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del parto.
Animar a la mujer a adoptar posición no supina durante el parto.
(Actos sin clara evidencia). Pinzamiento temprano del cordón umbilical.
BIBLIOGRAFÍA
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26) RUSELL, I.G. “The rationale of primitive delivery positions”. Br. J. Obst. Gynec. 89: 712, 1982.
27) RUSELL, I.G. “Moulding of the pelvic outlet”. J. Obst & Gyn. Brit, 17:817-20, 1969.
28) SABATINO, H., DUNN. P. Y CALDEYRO-BARCIA, R. “Parto humanizado” (en portugués). Ed. Unicamp, 1992.
29) “Manual de identificación y promoción de la resiliencia”. OPS-OMS Fundación W.K. Kellog. Autores: Mabel Munist, Haldar Santos, María Angélica Kotliarenco, Elbio Suárez Ojeda, Francisca Infante, Edith Grorberg, Septiembre 1998.
30) URANGA IMAZ, F. “Obstetricia Práctica”. Ed. Intermédica – Bs. As. 1967.
31) VANISTENDAEL, S. y LECONTE, J. “La felicidad es siempre posible”. Ed. Gediba. Barcelona. 2002.
32) Video: Parto en cuclillas. Moysés y Claudio Paciornik, 1979.
33) Video: Parto gemelar en cuclillas. Aranovich Fernando B., 2000.
34) “Mothering the mother” Klaus, Marshall; Kenell John. Klaus Phillis, 1993.
Páginas Web para consultar sobre el tema:
www.michelodent.com
www.obstare.com
www.partosinviolencia.com.ar (Dr. Luis Papagno)
www.extecamp.unicamp.br/partoalternativo
www.birthworks.org/primalhealth de Michel Odent (Primal health research data bank)
www.ipbi.com.ar
(Psiconeuroinmunoendocrinología)
Dr. Fernando B. Aranovich.
Médico especialista en Obstetricia
Egresado en 1960 de la Fac. de Medicina (U. B. A.)
Ex médico de la Maternidad Santa Rosa –Vicente López–.
Editor de la primera Edición en Castellano del libro “Parto en Cuclillas” de Moysés Parciornik, cuyas enseñanzas introdujo en la Argentina a partir de 1995. Ha participado en numerosas charlas, congresos y seminarios sobre el tema. Y orientado su trabajo en la búsqueda de caminos alternativos para la humanización del parto en base al respeto de las leyes de la naturaleza.